El principio es siempre el mismo: un único volumen, boca abajo, en vidrio soplado a pleno pulmón. Pero esta vez los fustes son cuatro, como las esquinas redondeadas que definen el nuevo tablero. Sigue siendo Soda, pero con el deseo de estar más cerca. Puedes ampliar su superficie combinándolas entre ellas, o crear composiciones sofisticadas mezclando las distintas formas.