Del modelo bajo, que recuerda a un aparador, al más alto, como si fuera una ventana sobre un bonito paisaje, meta de toda buena lectura, Palinfrasca te permite divagar, y se estructura a lo largo y a lo ancho según lo que tú necesites.
Las líneas aparentemente netas se suavizan en los detalles: los estantes acogen los montantes redondeándose; al ser ellos también redondeados, el ensamblaje es, sencillamente, perfecto.